MI ELECCIÓN POR LA ARTESANIA EN CUERO
El cuero es un material muy noble, ya sólo su origen merece un gran respeto. Absolutamente todo el cuero que utilizo es considerado un subproducto o residuo de la industria cárnica ya que mientras exista consumo de carne habrá su piel. Así pues, entiendo ese material orgánico como un producto dentro de la economía circular. Por eso, trabajo con curtidurías familiares de mi ciudad, que trabajan el cuero vacuno desde una larga tradición. Y es que Igualada llegó a ser la 2a ciudad de Europa en exportación de piel durante los siglos XVIII y XIX.
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🌿La imperfección hecha belleza
Nos hemos acostumbrado tanto a tener bolsas uniformes y seriadas sin personalidad, que cuando vemos una cicatriz o un poro creemos que ese bolso es defectuoso. Y esto no es así. Lo que no es normal es tener cuero sin marcas puesto que es un material orgánico y cada bolsa es única e irrepetible.
El cuero es un material único, cada prenda es diferente como lo era la piel de cada animal, tamaño, textura, elasticidad, pigmentación... Nunca saldrán dos bolsas iguales. Cada impureza o imperfección las considero marcas de identidad, son testigos de una vida: pecas, picaduras de insectos, cicatrices, estrías fruto de embarazos y un largo etcétera.
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Intento aprovechar al máximo cada pieza intentando reducir el número de residuos. Por este motivo, es muy importante ser conscientes de que cada pieza es diferente y es necesario ver las imperfecciones como belleza y exclusividad.
El cuero es la materia prima, pero ésta puede ser terminada con infinidad de resultados, comprando en las pequeñas curtidurías me permite me hagan unos acabados especiales para mis bolsas. El resultado es un cuero con unos colores muy naturales, con una mano suave al tacto y muy ligero, todos los sentidos son importantes: tacto suave, olor a cuero bien tratado y visualmente muy auténtico. Y es que ese material envejece con nuestras experiencias.
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